El Sol proyecta instrucciones a los
discípulos del mundo. Cuando hablamos de “Sol” hablamos del aspecto “Sabiduría”
de la Vida universal, y cuando hablamos de “discípulo” no nos referimos a ‘personas’,
sino a “almas”.
Discípulo es el “Ego”; no el ‘ego’
personal, limitado y transitorio, sino el Ego álmico, quien es el verdadero “estudiante”,
y quien tiene la posibilidad de trascender… Los que estudian pueden entender estos
conceptos. El ESTUDIO es de fundamental importancia en el sendero de GÑANA, y
es parte de la energía que hará posible “tensar el arco” para que la verdadera
meditación llegue…, (conceptos vertidos en la anterior entrega).
El estudio, para el discípulo, no
solo es actividad intelectual, sino además autoobservación, estado de alerta,
reflexión, discernimiento, y la docilidad ante los cambios. ESTUDIO es todas
estas cosas, no solo una. Todas estas ‘herramientas’, combinadas, van produciendo
un ‘despejamiento’ y ‘despojamiento’ en la mente; siendo el
primer paso para que la meditación llegue.
El
plan para los Egos-almas es llevarlos hacia la Unidad trascendente, como se ha
dicho, y esto requiere de un esfuerzo progresivo en dirección a la
CLARIFICACIÓN.
Esta es la primera parte del sendero
interno. Este camino esforzado hacia la claridad, hacia la comprensión, requiere
de concentración en el estudio. El estudio concentrado y perseverante lleva a
la adquisición de conocimientos, lo cual es necesario; pero también trae
aparejados nuevos problemas que comienzan a evidenciarse en el estudiante, como
la soberbia.
La vanidad y el orgullo por el saber
adquirido es un elemento clásico que conforma los “egos de barro” de los
estudiantes. Cuando el chela se
siente seguro de ‘sus conocimientos’ y cree estar en todo su derecho de “defender
una verdad”, muchas veces descalificando las verdades de otros, no ve en sí
mismo su ego henchido de ‘soberbia intelectual y espiritual’ (aunque parezca
contradictoria la frase…). Otros estudiantes se muestran por fuera silenciosos
y modestos, siendo esta conducta un armazón ficticio que esconde una soberbia
oculta tras máscaras y modismos.
A
sí mismos se engañan, de muchas formas y maneras, los principiantes, y aún
algunos que ya han ‘pisado’ el Sendero. Es por esto que se hace necesario
advertir una vez más sobre estos temas, que son tan antiguos como el hombre
mismo… Aquí solo estamos volviendo a aflorar una enseñanza sobre
AUTOCONOCIMIENTO que el ser humano habitualmente sepulta en el olvido, y es por
este motivo que se precisa cada cierto tiempo y por diferentes medios que estas
“perlas” imperecederas sean desempolvadas nuevamente…
Nuestra
labor es ofrecer instrucciones y reavivar enseñanzas para los espíritus
sanamente ‘inquietos’.
Reconsiderad
todo lo que creéis saber como ‘cierto y verdadero’; porque una cualidad
importante del verdadero estudiante es esta:
Abandonarlo todo a cada
instante; soltar las seguridades,
Y atreverse a decir una vez
más: NO SÉ.
El
estado de “no saber”, es un estado de inocencia, de humildad verdadera, no
ficticia. El estado de “no saber” es un estado de “no-pensamiento”, de “no-mente”,
y esto en sí mismo, ES MEDITACIÓN.
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